¡La sensibilidad humana... una cuestión de enfoque!
Te has preguntado porqué razón cuando estás triste, desolado, abatido o anclado en algún problema, te resulta más fácil acudir por apoyo femenino para aligerar tu carga y pesadumbre:
¿por qué prefieres ser escuchado por una fémina que por un varón, corriendo el riesgo de que haya indiscreción?
La respuesta es simple, según expertos en psiquiatría las mujeres, debido a su estructura emocional, espiritual o psicológica, y especialmente por la herencia ancestral e instinto maternal, suelen tener la capacidad innata de empatía, es decir, serán capaces de ponerse en tus zapatos fácilmente, de sentir lo que te sucede y llorar contigo; en su afán por ayudarte, buscarán darte algún consejo o alternativa.
Ana Domínguez comenta que no faltará quién argumente que también es innato en ellas meterse en la vida de medio mundo, y vaya que hay mucha verdad en esta opinión, pero no por ello dejarán de sentir lo que te pasa o te escucharán con menor atención, emoción y devoción. Así que no se te haga extraño que en general las mujeres a quienes te acerques para ser consolado o apoyado, harán todo lo posible por brindarte su tiempo para ayudarte; su inextricable sensibilidad, no cabe duda, es transgeneracional y será difícil mantener a raya su instinto protector.
Por otro lado es importante puntualizar que lo mencionado anteriormente bajo ninguna circunstancia generaliza o afirma que los hombres carezcan de dicha sensibilidad o que inclusive no haya quienes sean tanto o más sensibles y empáticos que las mujeres, pero el hecho es que por "desgracia cultural, social y generacionalmente", las mujeres son las causantes de este mal que aqueja al medio, ya que al ser socialmente y culturalmente las formadoras de los hijos, han entrenado a los hombres para inhibirla con el riesgo de ser criticados y juzgados severa, ordinaria, injusta y homofóbicamente si ésta aflora o se manifiesta indiscretamente.
Así puede señalarse que para un varón las lágrimas, la ternura, la delicadeza etc., podrían ser consideradas o más bien son consideradas como sinónimos de debilidad o fragilidad, elemento con el cual se basa la mayor parte de las mujeres casaderas a la hora de seleccionar a su pareja con la cual quieren compartir momentos íntimos y eliminarlos de su campo de acción.
Considerando lo anteriormente escrito, Domínguez asegura que no es de extrañarse que la etiqueta de "sexo fuerte", ha condenado a una gran mayoría de hombres a un forzado comportamiento y tergiversadas creencias, que sin duda lo conducen a bloquear primitivas y sanas emociones. Tómense un minuto, considéralo y recházalo, porque sin lugar a dudas no sólo es falso, sino también injusto para ambos sexos, ¡afirma!.
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